El tema de las agresiones a vigilantes de seguridad lleva años coleando, desde que se nos arrebató el carácter de agente de la autoridad. Nuestra cobertura legal quedó reducida y en consecuencia agredir a un vigilante sale hoy en día casi gratis.
Además un reciente estudio al cual hemos tenido acceso, demuestra que desde la entrada en vigor de la no tan nueva Ley 5/2014 de 4 de abril de seguridad privada, se han duplicado.
Ahora con los datos de la asociación de mutuas laborales. Hemos podido confirmar que durante el 2019 se produjeron 848 agresiones a vigilantes de seguridad, con lesiones que necesitaron acudir a un centro sanitario. Cifra superior a la de años anteriores con un importante aumento desde la entrada en vigor de la última ley de Seguridad Privada.
Además de los datos, que son aplastantes, tenemos los mal llamados medios de información, que se han convertido en prensa amarilla.
Buscando unicamente el morbo y que parecen criminalizar a los compañeros cuando su deber sería informar fielmente y en todo caso apoyar a un colectivo al que todo el mundo recurre cuando tiene un problema y que siempre está en primera linea.
Periodistas como Matías Prats Luque «uno de los periodistas más queridos por los espectadores debido a su gran carisma y credibilidad» (según la wiquipedia).
Miente cuando informa en diciembre de 2019 afirmando: que en enero de 2020 se dotará a los vigilantes de «Sprays» de autoprotección y bufandas anti-corte. Nuestro artículo de aquel entonces.
Dejémonos de tonterías, …
las agresiones a los vigilantes de seguridad solo disminuirán cuando tengamos una cobertura legal igual o muy parecida a la que si tienen acceso otros cuerpos de seguridad…..
Si esto viene acompañado con mejor y mayor formación, bienvenido sea, pero no podemos seguir en este limbo, que genera cada vez más bajas y acabará convirtiendo a los comprometidos vigilantes en tan solo despreocupados convivientes.
Saludos y buen servicio.